domingo, 11 de noviembre de 2007

RELATOS BREVES SOBRE EL AGUA DE LA ESCUELA JUAN ARCENO

Estos son algunos de lo preciosos relatos mitológicos que han escrito los alumnos de 7º de la Escuela Juan Arceno (Emiliana, Franco, Gonzalo y Magali)
¡Esperamos que os gusten!

OASIS

Neptuno, el dios del agua, paseaba habitualmente por los manantiales cuando un día vio a una bella ninfa y se enamoró de ella inmediatamente.
Se llamaba Oasis y era hermosa. Se ocupaba de cuidar el manantial en el que vivía y a cualquiera que lo maltratara, no dudaba en matarlo.
Ya hacía tiempo que los habitantes del pueblo, cerca de su manantial, le daban un muy mal uso al agua. La ninfa lo observaba con disgusto hasta que un día se cansó y hechizó, con su poder para enamorar, a los hombres del lugar que la siguieron hasta su dominio, y entonces los ahogó en las profundidades del agua.
En tanto, Neptuno se había enterado de que los habitantes del lugar maltrataban el agua y entonces les quitó toda la que poseían e incluso también secó el manantial en el que vivía Oasis, dejándola sin hogar. Sin querer, ocasionó su muerte. En ese momento aquel lugar, se convirtió en un desierto, sin personas, animales y plantas que pudieran sobrevivir.
El dios, al darse cuenta de la muerte de su amada se sintió muy triste. Para aliviar su pena hizo crecer otro manantial al que llamó Oasis, en memoria de su querida ninfa.
Desde ese momento otra vez floreció, junto al agua, la vida en ese desierto.

SIGAMOS EL EJEMPLO

En un pasado muy remoto la diosa Deméter inspeccionaba un muy hermoso paraíso.
Un día, llegó un joven con sus padres, Zeus y Hera. Se llamaba Hermes. Cuando Deméter giró la vista y lo vio, en ese mismo momento se enamoró completamente. Se acercó a él y lo besó. Su padre el dios más poderoso, enfureció y armó toda clase de desastres, pero Poseidón el padre de Deméter, no se quedó atrás. Un amigo de Poseidón, Apolo, lo fue a ayudar, pero Zeus lo convirtió en el sol por eso desde ese día está en lo alto del cielo.
Cuando ocurrió, Hera anunció que si no terminaban de luchar algo muy desastroso iba a ocurrir, entonces Poseidón y Zeus llegaron a un acuerdo.
Sin embargo, a espalda de todos ellos, los enamorados se seguían encontrado y luego de nueve meses nació un niño de la unión entre Deméter y Hermes. Decidieron llamarlo Ares, y así fue.
Cuando pasó el tiempo, Poseidón y Zeus se enteraron de que sus hijos habían tenido un niño. Entonces el acuerdo se rompió y como había dicho Hera, lo terrible sucedió. Todas las aguas que había en ese paraíso se empezaron a poner marrones y a llenarse de inmundicias.
Los humanos que allí vivían vieron eso, pero no les importó y siguieron usando las aguas. Así se empezaron a enfermar y a morir, pero tampoco les importó. Mientras tanto Zeus y Poseidón, luchaban sin parar y cuanto más luchaban, las aguas empeoraban más y más. Pero a los humanos no les importaba. Luego de dos días de pelea el agua desbordaba de basura, pero esta vez se le sumó una lluvia incontrolable.
Aun así a los humanos tampoco se preocuparon. Hasta que se empezaron a inundar todos los poblados. La gente moría ahogada, tenían problemas de salud, pero los dioses seguían peleándose.
En un momento, ellos se dieron cuenta de lo que pasaba, entonces quisieron hacer algo. Dejaron de pelear y luego llamaron a Apolo, el dios sol y le pidieron que saliera y brillara mucho, para secar los desbordes. Pero ahora les faltaba el agua, así que Poseidón hizo un acto muy bueno de su parte, se convirtió en todas las aguas del mundo y todas estaban cristalinas, limpias y muy, pero muy hermosas, como lo eran antes. Sin embargo todavía les quedaba un humo feo que era muy malo para los humanos, entonces, Zeus, con todo su poder, hizo que ese humo desapareciera para siempre. En el paraíso todo era nuevamente hermoso.
Zeus aceptó a su nieto y pudieron estar tranquilos.
Aprendamos como los dioses y no contaminemos nunca más las aguas del mundo ya que son fuente de vida. Sin ellas estamos destinados a sufrir pestes y muertes, como Hera lo anunció.

La Diosa del agua


Los indios siempre hablan de la Diosa Luna y Arteniza, pero dicen que Luna siempre fue la más hermosa de todas las diosas y madre de las estrellas.
Como Arteniza era opaca y no la reconocían, empezó a sentir mucho celo por Luna, ya que hablaban siempre de ella. Una noche la envidiosa diosa visitó al dios Safarín para que la ayudara a destruir a Luna. Él se negó, pero después de varias horas, logro convencerlo y éste le enseñó a hacer un hechizo.
Así la condenó a vivir en el lago que estaba sucio y con varias criaturas malvadas que la perseguían. Pero Luna pudo con su ingenio escapar de esas malvadas especies y embelleció el agua. Así se convirtió en su protectora.
Desde ese día los indios cuentan que Luna vive en el agua y la cuida para todos los humanos. También dicen que su hermosa imagen se refleja en el cielo nocturno, en los miles de brillos estelares.

"Una traición por el agua"

Existe un relato muy antiguo que nos demuestra que el problema de los recursos naturales como el agua, es parte de la historia.
Para esta narración nos vamos a transportar con la imaginación a los paisajes de la antigua Grecia, en donde todo era bello, todo era abundante, majestuoso y valioso
Se encontraba Poseidón, dios del agua, como un día más en horas de la mañana, y su responsabilidad máxima era la de cuidar el agua y sobre todo el río Naucratis, en el cual crecían unas especies únicas de peces de los cuales podían obtener las más exóticas de sus producciones
Como se encontraba todo normal y tranquilo, Poseidón se puso a pintar sobre lo que había soñado, que era tan perfecto, que no podía decírselo con palabras a su acompañante y aprendiz Jozeus, sobrino de Zeus, dios de los dioses. Era un joven que algún día ocuparía el lugar de Poseidón y que parecía ser el indicado para el puesto, salvo porque era algo perezoso.
Al acabar la pintura, Poseidón, había dibujado en ella el retrato de una mujer soñada que solo existía en su pensamiento. Habían pasado algunos días y ya tenía acumuladas varias pinturas, cuando de pronto se le apareció como de la nada, ella. Realmente la mujer existía y tenía una sola oportunidad de tenerla La mujer se llamaba Afrodita, y era diosa del amor
Hubo pocas palabras y pactaron un encuentro, así que Poseidón dejo todo el cuidado del agua a Jozeus. Pero éste, como ya sabemos, era medio fatigoso y a la hora de la siesta quedó totalmente dormido. Hefesto, dios del fuego, aprovechó para dar su gran golpe: robarse el agua y llevársela a su templo.Vamos a aclarar que Hefesto y Afrodita eran cómplices en este plan
Al volver, Poseidón se encontró ante sus ojos con esta catástrofe. Jozeus no sabía como remediar su fallo, pero Poseidón lo tranquilizo y juntos fueron al reino del máximo Zeus, dios de los dioses. Él les dio la calma que necesitaban y les mando a su guerrero Marduk, que tenía el don de aturdir a sus oponentes con su voz grave y su apariencia de gigante
Mientras tanto, Afrodita cansada de mentir y de tener que usar sus poderes para engañar a las personas, decidió dejar a Hefesto y realizar una nueva vida lejos de allí. Así que se fue y en el camino se despidió y se disculpó con Poseidón por el engaño. También aprovechó y le contó a Marduk el escondite secreto de Hefesto.
Al ver llegar a Marduk, Hefesto se dio cuenta de que Afrodita lo había delatado Después de una larga charla, Hefesto prometió devolver el agua a su lugar Poseidón, Jozeus y Marduk al llegar vieron de nuevo el agua, pero se dieron cuenta que estaba corrompida. Así se lo informaron a Zeus, el cual ubicó a Hefesto, quien sabía que en cuanto lo encontraran recibiría el peor de los castigos, por haber tratado con maldad algo tan irreemplazable como el agua Cuando lo hallaron, le quitaron su divinidad. Afrodita también lo castigó quitándole la capacidad de enamorar y enamorarse. El dios de los dioses, con sus poderes purificó el agua. Poseidón y Jozeus le agradecieron a Zeus y a Marduk.
Afrodita se despidió para siempre de Poseidón. algunos dicen que se seguían viendo ya que podía dejar al mando a Jozeus que había aprendido su lección.
De Hefesto, algunos dicen haberlo visto trabajando para mantener limpio el río que tanto había codiciado, solitario y abatido.
Lo que nos queda por decir es gracias por cuidar el ambiente y el agua de las personas. A pesar de los años y cambios de época, que cada uno tome conciencia de la importancia del cuidado del agua, aportando su granito y ayudando en el cuidado de algo tan indispensable para la vida.


Saludos para todos los amigos de Tatigola

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